Dada la gran oferta de piscinas elevadas disponible en el mercado, una vez que hemos decidido decantarnos por una piscina elevada de madera, puede surgir la duda de si elegir una piscina con estructura en madera natural o si estructuras que visualmente imiten a la madera (ya sean estructuras metálicas, en PVC, en resina, o incluso hormigón).
Lo cierto es que esta duda es similar a la que podemos tener cuando estamos pensando en poner un porche, una caseta, mobiliario o incluso suelo en nuestro jardín, y quizás nuestra decisión debería ir basada en un equilibrio entre estética, practicidad, mantenimiento…y lógicamente precio.
Como en cualquier decisión, siempre nos encontramos con una variable importante de subjetividad, que son nuestros propios gustos, los cuales son sumamente importantes y los cuales actuarán de eje en nuestra toma de decisiones.
Cada alternativa tiene sus pros y contras, lo cual cada uno deberá valorar en su justa medida, en función de sus necesidades y alternativas.
Como es lógico, cualquier producto natural, como es la madera, sufre modificaciones en su estructura y estética con el paso del tiempo. Esta influencia será mayor o menor dependiendo de la calidad de la madera y también del mantenimiento seguido por el propietario. En cambio, los materiales artificiales son por lo general, menos susceptibles a los cambios estéticos. De hecho, actualmente nos podemos encontrar con terminaciones muy conseguidas que en algunos casos podrían competir en su aspecto final con piscinas de madera natural.
Por otro lado, la calidad de la madera utilizada en una piscina puede variar enormemente en función de la calidad de la materia prima y el fabricante correspondiente. Además, no hay que olvidar que un tipo de madera puede ser muy recomendable para un uso y todo lo contrario para otro, por lo que en una piscina elevada de madera natural es imprescindible que el tipo de madera utilizado esté especificado para este tipo de producto. No es igual una piscina de roble, que de pino. No es lo mismo madera de pino blanco, que de rojo.
De este modo, igual que dentro de los diferentes tipos de piscina, un tipo de hormigón es diferente a otro, una fibra de poliéster es diferente a otra, o un tipo de acero es diferente a otro, en la madera ocurre lo mismo.
A todo esto hay que añadir la calidad del resto de productos utilizados, filtración, accesorios, revestimientos, etc.
Un ejemplo claro de piscina de calidad en madera natural, es por ejemplo Gardipool, la cual utiliza madera de abeto rojo del Norte de Europa.
Otro ejemplo de piscina elevada imitación madera es la gama Sequoia Spirit de Intex , o como ejemplo de piscina de hormigón imitación madera nos encontramos con la Naturalis del grupo RP.