A la hora de elegir la piscina es importante tener en cuenta tres cuestiones: el uso que se le va a dar, donde va a ir ubicada, y el presupuesto que queremos gastarnos.
Uso:
- Si lo que queremos es una piscina solo para los meses de verano y no queremos preocuparnos de ella en invierno ni que nos esté ocupando un espacio mientras no la usamos elegiremos una piscina tubular o júnior, de fácil instalación y que podremos desmontar en poco tiempo, con lo que nos refrescará en verano y no nos molestará en invierno.
- Si lo que queremos es una piscina para todo el año, nos decantaremos por una piscina de madera o rígida, que, aunque cuestan un poco más de montar que las tubulares, tienen más capacidad y una estructura más sólida.
Ubicación:
Es muy importante antes de preparar nada tener claro donde queremos instalar la piscina y del espacio del que disponemos, ya que es recomendable dejar como mínimo una zona de paso de un metro alrededor de toda la piscina. Por eso, para saber la medida más grande que podemos adquirir hay que medir primero el espacio donde queremos colocarla y restarle una zona de seguridad de 1 metro aproximadamente. Esto nos dará la superficie útil que puede ocupar la piscina.
Presupuesto:
Por norma general las piscinas más económicas serán las tubulares y las más caras las de madera, pero dentro de este rango hay multitud de combinaciones que se pueden hacer con el fin de ajustarse al presupuesto elegido (filtros, liners, escaleras, elementos decorativos, complementos…)